Primer alpinista en coronar un 8 mil.
El escalador francés coronó la exigente cima del Annapurna en 1950. Luego fue Secretario de Estado con De Gaulle
En aquellos tiempos Francia, un país herido en su orgullo nacional por la ocupación nazi, necesitaba un héroe como Maurice Herzog
(Lyon, 15 de enero de 1919). Criado en una familia acomodada, luchó en
Los Alpes como parte de la resistencia francesa en los años de la
Segunda Guerra Mundial.
Liberado el país, Herzog se entregó a la montaña para convertirse en el primer alpinista en coronar un «ochomil»,
nada menos que el Annapurna (8.091 metros), la montaña más exigente del
planeta, reto mortal para más de medio centenar de escaladores. Pasaron
dos meses hasta que la expedición atacó la cumbre el 3 de junio de
1950. Eran tiempos complicados, sin bombonas de oxígeno, sin radares,
sin apenas pistas del peligro que acechaba un metro más arriba, de ahí
que Herzog y Louis Lachena, compañero en aquella gesta,
fueran considerados más exploradores que alpinistas en un mundo
acostumbrado a descubrir nuevos horizontes con aventureros como Jacques
Cousteau, Alain Bombard, Theodore Monod o Paul-Emile Victor.
La foto del alpinista en la cima del Annapurna, techo
entonces del planeta, con la bandera tricolor levantó el orgullo
nacional galo. «Fue nuestro Lindbergh, nuestro Redford, uno de los pocos franceses conocidos en todo el mundo»,
resumió en 1997 el novelista Jean d'Ormesson. La aventura, eso sí, pasó
factura física a Herzog y Lachena, que perdieron varios dedos de las
manos y de los pies después de un descenso dramático.
Herzog relató aquella gesta en un libro, «Annapurna, primer
8.000», convertido en clásico de la literatura de montaña. Luego pasó a
la política, muy unido a Charles de Gaulle, donde llegó a la Secretaría
de Estado de Juventud y Deportes. En 1995 fue nombrado miembro
honorario del Comité Olímpico Internacional (COI). Su figura se agrietó con los años,
acusado de menospreciar el papel de Lachena en el Annapurna, que al
parecer hizo de guía y le salvó de una muerte segura. También de su
hija, que le acusó de adúltero e insensible. Pero Herzog será siempre,
para toda una generación de franceses, el héroe que derrotó a la
montaña.
Fuente :http://www.abc.es/deportes/20121214/abci-muere-mauriz-herzog-201212141436.html
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