lunes, 9 de julio de 2012

En la pared norte del Eiger



Orientaciones:
La Montaña, así con mayúscula, tiene muchas facetas dentro de una vida “alternativa” a la que nos propone el sistema actual, aunque también hay desgraciadamente la visión decadente de la montaña.
La montaña se ve hoy en día como un lugar para pasar un día de comida y paisaje, sin nada más profundo, o bien puede ser para los escaladores un reto comercial, una forma de lograr muchos ocho-miles, o llegar más rápido, en esa escalada de competición que se ha hecho famosa por sus beneficios posteriores comerciales.
La montaña ha perdido hoy toda la mística y la sensación de contacto estrecho con la Naturaleza y con la “vida” que había tenido en el comportamiento anterior y tradicional.
Evola en su libro “Meditaciones en las cumbres” (1) nos expone perfectamente como la Montaña es el refugio de uno mismo frente a la disolución en la masa, y a la vez es una zona “limpia” de egoísmos, donde uno lucha contra uno mismo, donde el espíritu puede elevarse con la misma montaña hacia lo superior, contra lo utilista y lo material.
Por eso los libros de montañismo que saben expresar ese amor a la naturaleza y a la soledad, al encuentro con uno mismo, al dominio del cansancio y el egoísmo cómodo, son lectura siempre nuestra, de los que vivimos una Alternativa al sistema actual.

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