El pasado
domingo uno de nuestros BARBACOQA Sport Team, estuvo en una carrera de las grandes, la que va desde el barrio de
Behobia (perteneciente a Irún y que limita con Francia) hasta Donostia, en un
exigente recorrido de 20kms por asfalto.
El circuito tiene
un primer tramo de subibaja tirando hacia arriba, hasta que en el km 6 ya subes
Gantxurizketa hasta poco antes del km 8. Luego vienen los toboganes, tirando
hacia abajo, hasta llegar al Puerto de Pasajes (puerto de barcos) en el km 13. Después
unos 3 kms llanos, para luego subir hasta Mirakruz cerca del km 17. Para
acabar, una rápida bajada y el final llano para llegar al Boulevard de
Donostia.
La previsión era
de lluvia al 100% y de fuerte viento. ¡Viva la épica! Esto es el norte y es lo
que hay. El clima también forma parte de la personalidad de esta carrera.
Crónica Òscar:
Yo llevaba
semanas con muchas ganas… hasta que el martes, un golpe en el gemelo, me dejó
muy tocado. No sabía si podría correr. Descansé hasta el sábado, que tras probar
20 minutos suaves, vi que con calma y calentando, sí que haría la Behobia - San
Sebastián, que destaca por reunir a multitud de público animando sin parar.
Esta carrera la
corrí con mi entrenador Roger que me hizo de guía. La idea era salir muy suave,
a modo de calentamiento para el gemelo, y poco a poco disfrutar del ambiente de
la carrera. Otro año ya correré a tope. Este año, aún gracias que la pode
correr (durante la semana dudaba mucho de que pudiera).
El sábado estuvo
lloviendo, pero la mañana de la carrera apenas chispeaba algo y luego ni eso.
Aunque el suelo estaba mojado de la noche anterior. Ahora, viento, bastante.
Km 0 - km 6
Con un ritmo
cómodo salimos con la intención de calentar bien el gemelo. El ritmo era lo de
menos, lo importante era que el gemelo no sufriera ni una pizca. Cuando la
carretera subía notaba que mi zancada era más cómoda, en cambio, en las bajadas
tenía que frenar y acortar el paso. Prevención ante todo. Prácticamente no había
tramos llanos y más bien iba picando para arriba. Mejor para mí. La subida a
Gantxurizketa me vino genial para el gemelo.
Km 8 - km 17
En el tramo de
toboganes y bajada, con cuidado y más lento, fuimos pasando sin problemas,
hasta llegar al Puerto de Pasajes. El gemelo ya lo notaba “muy integrado” en el
modo competición, aunque preferí ir suave en este tramo, para poder afrontar la
subida a Mirakruz con totales garantías. Cuando empezaba a picar para arriba,
noté que el gemelo respondía bien, así que en uno de los tramos con más público,
mis sensaciones iban a más.
Km 17 - km 20
Tras coronar
Mirakruz en el km 17, el gemelo no dio ningún problema para bajar. Había estado
“calentándolo” durante mucho tiempo. Y en los 2 últimos kms apretando (salieron
a 3’40”/km), con un viento potente al llegar a la costa, para llegar casi de
golpe (por el viento no pusieron los inflables publicitarios de llegada) a la
meta en 1h24’13” (a 4’13”/km), que para las condiciones en las que estaba, me
parece un tiempazo. En el estado que estaba, con acabarla ya me conformaba, y
calculaba rondar la hora y media con suerte.
Acumulado -
parciales (ritmo parcial) - Km
21’47” – 21’47” (a 4’21”) - Km 5
21’47” – 21’47” (a 4’21”) - Km 5
43’20” – 21’33” (a 4’19”) - km 10
1h04’25” – 21’05” (a 4’13”) - km
15
1h24’13”
– 19’48” (a 3’58”) - km 20
Tiempo: 1h24’13” (4’13”/km)
Además, en la
categoría de Deficientes Visuales, quedamos terceros, recibiendo de trofeo una
réplica de valla del paseo de La Concha.
Excelente experiencia
la de esta carrera. El año que viene quiero repetir para correrla a tope.
Durante la semana pintaba muy mal la cosa, pero siempre con esperanzas de que
el gemelo se recuperara algo. Disfrutar de esta carrera merecía la pena.
Tuve el añadido de
disfrutar el viaje con Roger, Anna y los maratonianos Maricarmen Paredes (que
iba más tocada que yo, pero que finalmente también pudo correr) y Lorenzo (la
experiencia de 48 maratones dan para mucho). Un gran grupo para compartir una
gran carrera.
Además, agradecer
la excelente organización de la agrupación Kemen, que nos trata a los atletas
con discapacidad como si fuésemos los élite, o mejor, con un trato encantador,
volcándose por nosotros. Gracias.
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